Insuficiencia Cardiaca Congestiva en Perros

Las enfermedades cardiovasculares son una parte importante del trabajo clínico diario de un veterinario de pequeños animales y nuestro objetivo es ayudarlo en esta área.

¿Es frecuente la insuficiencia cardíaca congestiva en perros?

Aproximadamente, el 10% de los perros que acuden al centro veterinario padecen enfermedades cardiacas. La mayoría padece cardiopatías adquiridas, degenerativas y progresivas, a menudo asociadas a la raza, como puede ser la valvulopatía mitral mixomatosa (MMVD) o, con menor frecuencia, la miocardiopatía dilatada (DCM). Ambas enfermedades pueden desembocar en una insuficiencia cardiaca congestiva manifiesta cuyo tratamiento requiere no sólo la administración de los medicamentos adecuados, sino también de un seguimiento a largo plazo y ajustes continuos de las dosis con el fin de obtener los mejores resultados para el paciente.

Las anomalías cardiovasculares congénitas son defectos relacionados con la raza, a menudo hereditarios, que están presentes al nacer y suelen provocar la muerte perinatal del cachorro afectado. Sin embargo, en algunos casos las cardiopatías congénitas son asintomáticas y no se detectan hasta que aparecen posibles síntomas como inapetencia, intolerancia al ejercicio, jadeo, disnea y colapso más adelante en la vida adulta.

¿Cómo se diagnostica la insuficiencia cardiaca congestiva aguda en perros?

No existe una prueba diagnóstica única para la insuficiencia cardíaca congestiva. Por lo general, el diagnóstico se realiza mediante una combinación de señalización (fijándose principalmente en la raza y la edad), anamnesis, exploración física, análisis de sangre, medición del ecocardiograma (ECG) y pruebas de imagen mediante ecografía o radiografía para evaluar la función y posibles signos de cardiomegalia o fuga valvular.

Algunos casos se detectan en una fase más temprana de la enfermedad al descubrir un soplo en una auscultación rutinaria. Esto suele darse en aquellas razas que se sabe que presentan un mayor riesgo de enfermedad cardiaca y, por lo tanto, son más propensas a someterse a un seguimiento proactivo para detectar la aparición de soplos y/o síntomas de enfermedad cardiaca lo antes posible.

Algunos casos permanecen sin diagnosticar hasta que se presentan al veterinario con un colapso circulatorio grave que muestra mucosas azuladas, disnea e incluso pérdida de conocimiento.

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¿Cuáles son las opciones de tratamiento para los perros con insuficiencia cardíaca congestiva?

Una vez que se ha diagnosticado una insuficiencia cardiaca congestiva en un perro, el siguiente paso es desarrollar el plan de tratamiento más adecuado para cada paciente.

En los casos de insuficiencia cardíaca congestiva causada por MMVD, suele utilizarse una combinación de fármacos para mejorar el gasto cardíaco, reducir la retención de líquidos, controlar la presión arterial y reducir la tos o la dificultad respiratoria.

El pimobendan es un componente clave dentro de esta matriz de tratamiento y, dependiendo del estadio de la enfermedad, también pueden prescribirse diuréticos, como la furosemida, e inhibidores de la ECA, como el benazepril1.

¿Cuál es el objetivo del tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva en perros?

En última instancia, el objetivo principal del tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva es aliviar la síntomatología2, lo que conduce a una mejor calidad de vida. Aunque la causa subyacente de la insuficiencia cardíaca congestiva es incurable para la mayoría de los pacientes, con la aplicación de un plan personalizado se espera que los perros se sientan menos agotados, con menos intolerancia al ejercicio, menor edema respiratorio, menor tos y signos mínimos de ascitis.  


Además del seguimiento regular en la clínica por parte del veterinario, los propietarios de los perros pueden ayudar a controlar el estado de su perro en casa midiendo la frecuencia respiratoria, los signos de disnea, evaluando la hinchazón abdominal y calificando la tolerancia al ejercicio y el estado general.
Para ayudar a los propietarios a seguir la evolución de su perro, existe un sitio web para ellos y algunos recursos, como un diario de tratamiento para aumentar el cumplimiento.


Referencias 

  1. Keene BW, Atkins CE, Bonagura JD, et al. (2019) ACVIM consensus guidelines for the diagnosis and treatment of myxomatous mitral valve disease in dogs. Journal of Veterinary Internal Medicine. 33(3):1127-1140
  2. Martin, M (2012) Canine congestive heart failure: an approach to case management. Vet Times 42.03

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